Viveza

La viveza de los humanos, la esperanza de la circunstancia se encuentra en cada esquina, apenas girado, enfrentamos nuevos desafios que el calor no impide afrontar, puede dilatarlos, por la logica lentitud de los movimientos, pero nada que una cerveza no pueda calmar.

Recuerdo que cuando chico disfrutaba de ir a carnavales, y jugar con bombuchas en la calle, mojando a los transeuntes, algunos se enojaban otros en cambio devolvian sonrisas.
En la cuadra,
disfrutando de la infancia normal de cualquier chico criado en familia disfuncional, criado entonces por abuela separada, y padre sin reconocimiento, debil, fragil,
una bombucha podia ser un atentado a su orden liberal-conservador, ambas dos concepciones nunca incompatibles en nuestra patria argentina
y digo patria con los colores de la tierra, no con los colores de una bandera artificial

y recuerdo nuevamente, vuelvo a esa tierra mojada, a ese sol que la quebraba y los baldes llenos rebosantes, con los globos ahi dentro, esperando el impacto que los liberara de su encierro humedo, y entonces me doy cuenta,
miro a mis hijos, desde mi asiento
desde la punta de la mesa
desde el vaso de refresco transpirado
y una bombucha me impacta en el pecho.

Amorcracia

Estoy aqui, y necesito escribir, es mas por terapia que por una necesidad superficial. Canalizar palabras aunque estas carezcan de sentido, pero intentaremos no perder el rumbo:

De amores perdidos, y de casas vacias, de soledades reunidas
y de cuantos fracasos por nacer,
de proyectos que mueren antes de llegar a ser.
Mujeres perdidas, mujeres que ame, mujeres que simplemente deje escapar,
abrazando mi soledad, la habitacion llena de aire, mi aire, solo el mio.
Levanto la vista y noto lo que durante años quiso decirme
"Estamos solos en este mundo"
Pero alguien lo dijo una vez, con ustedes Jaime Sabines

Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre —¡qué bueno!— han de estar solos.

-fragmento de "Los amorosos"



Despues de esto no queda mucho mas por decir, solo que a veces, sin siquiera la lejania, o el espectaculo del silencio, mas bien entre las multitudes grises que van y vienen, que hablan por telefono con quien sabe quien, o miran quien sabe que, y simplemente ahi, entre todos, entre la gente notas que al fin y al cabo...