Preámbulo

Eso que nos hace humanos, aquello que perdonamos, y aquello otro que alabamos, eso es estar entre el bien y el mal, llegar a ser un outsider para enseguida pegar la vuelta y ser un asimilado... de todo eso, algo queda: Entre el bien y el mal

lunes, 30 de junio de 2008

Cosas del querer


No sienten acaso esa necesidad de decir "te quiero" o simplemente de recibir ese "te quiero" que no es lo mismo que recibir un "te quiero mucho", o un "te re-quiero", acaso este ultimo una burla a las palabras, ese reiterativo "re" que se convierte en un insulto al querer. Pero el "te quiero mucho" no se queda atras, con su mucho denigra al querer, porque acaso no es tan llena la palabra querer como para tautologizarla con reiterativos que a mi entender desgastan, con un monton de adjetivos (¿?) que el ser humano piensa que enaltecen una palabra, pero que no hacen mas que bastardearla.
Por que cuando uno quiere realmente no tiene que decir mas palabras, considero que un "te quiero" es suficiente. Pero este mundo no esta preparado para recibir la informacion precisa y exacta, con una sintesis suficiente, lamentablemente los sofistas aun viven entre nosotros, y ganan el terreno de las palabras con construcciones de relatos, con la apropiacion de la suma de palabras, dejando al que tiene sentimiento, que dice lo que siente sin pensar como decorarlo, porque siente que el decoro no hace mas que aparentar, ser entonces una ficcion, ficcion que este mundo esta acostumbrado a vivir. Pero no quiero caer en el mito de la caverna, solo quiero que presten atencion. Las exigencias de esas personas que te dicen ¿pero hasta donde me queres? se acuerdan de esa infancia pura y saludable, con la cursileria a mas no poder.
Esa es la culpable de una desdicha perpetua, porque como dijo Joaquin:

'En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver"

Y sin embargo cuantas veces deseamos recuperar esa sensación.

2 comentarios:

A.Stavros dijo...

El ``re-querer´´, siempre me recordó a un martillo neumático. Creo que en algún punto, re-re-re, produce un socavamiento de las bases, de aquel querer, que se re-re-re se multiplica no de modo iterable (en tanto repetición y alteridad), sino como una repetición un ritmo tortuoso. Uno quiere y ya.

mailene dijo...

el re es muy noventero.
eso punto uno.

punto dos, me suena a reumático, y no a neumático

y punto tres, esa frase, esa frase, debería tatuármela en la frente, yo siempre al borde de las regresiones.

¿y sabes que?
te quiero.